Georges Duboeuf, el sedicente 'rey del beaujolais', ha sido declarado el 4 de julio culpable de fraude por un juzgado de París, y tendrá que pagar una multa de 30.000 euros tras descubrirse que el vino de su bodega procede de una mezcla ilegal de uvas de diferentes procedencias, y no de la zona cuya denominación de origen llevaban. En un juicio que ha conmocionado el mundo vinícola francés, Duboeuf, uno de los productores más conocidos de Francia, se enfrentó a la acusación de burlar el estricto sistema nacional de etiquetado y calidad, y de mezclar uvas baratas, medias y de calidad alta, procedentes de viñedos distintos, para ocultar una mala cosecha en el año 2004.
Durante la investigación realizada el año pasado en la bodega de Duboeuf en Lancié, la brigada antifraude de los vinos nacionales descubrió que una serie de barricas, equivalente a alrededor de 300.000 botellas, habían sido mezclados. El sistema francés de control de denominaciones de origen prohibe las mezclas de uvas de procedencias diferentes para asegurar la exactitud de la denominación de origen de cada botella de vino.
"Todo se había mezclado: el beaujolais con el beaujolais villages, los vinos de 'crus' o pagos [Moulin-à-Vent, Juliénas, Brouilly, Fleurie, etcétera] con el beaujolais villages", explicó durante el juicio el fiscal. Los volúmenes incriminados fueron de 69.000 litros de supuestos 'crus' y de 120.000 a 140.000 kitros de supuesto beaujolais villages. En el juicio, que se ha llevado a cabo en la localidad de Villefranche-sur-Saône, en el valle del Ródano, el hombre al que los críticos vinícolas franceses denominan 'el papa del beaujolais' negó que la mezcla de uvas se hiciera intencionadamente, y achacó el problema a un error humano. Además, Duboeuf afirmó que el vino en cuestión no se ha vendido ni comercializado.
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